Mi viaje a Italia ha llegado a su fin y ahora estoy a menos de 12 horas de estar en casa con mi familia. La experiencia que he tenido en las últimas 11 semanas es una que las palabras solo pueden comenzar a describir. Nunca imaginé el gran impacto que tendría esta experiencia en mi crecimiento personal y mi visión del mundo que me rodea.
Me sumergí en la cultura italiana lo mejor que pude; Aprendí algo de italiano, comí más pizza y pasta de lo que me gustaría admitir y me convertí en un "local" funcional una vez que finalmente entendí el metro, los autobuses, los horarios comerciales y las normas culturales.
Siempre escuchas que estudiar en el extranjero cambia a las personas, y pasé la mayor parte de mi tiempo preguntándome qué cambiaría en mí cuando llegara a casa. Pero ahora empiezo a darme cuenta de que estudiar en el extranjero no te cambia, simplemente saca a la superficie tus peculiaridades internas para que no se puedan ocultar. Crecer para aceptar estas peculiaridades y dejar que el mundo arroje luz sobre ellas ha sido gratificante. Un pequeño cambio que espero ver regresar conmigo a los Estados Unidos fue mi desarrollo en entornos sociales; es increíble lo mucho que escuchas cuando realmente estás escuchando, sin el ruido de las redes sociales y la tecnología zumbando de fondo.
En mi viaje, visité tantos lugares que he visto en películas y leído en libros. Ver los canales de Venecia, pasar tiempo en el país de los yates de Portofino, caminar por los senderos de Cinque Terre, desearle a mi papá un Feliz Día del Padre desde Pisa, escuchar al Papa Francisco hablar en la Plaza de San Pedro, relajarme en el Lago Maggiore cerca de los Alpes italianos , volver a visitar las playas de Cinque Terre para celebrar mi cumpleaños con viejos y nuevos amigos, y relajarme antes de los exámenes finales en las hermosas playas de Niza fueron todos lujos por los que estoy agradecido.
Nunca pensé que las despedidas serían tan duras. Dos sesiones de amigos, cada una de las cuales se fue después de 5 semanas, hicieron el doble de despedidas y brindis por nuevas amistades. El vínculo que desarrollé con mis compañeros de clase es monumental. Ya estoy planeando mis viajes por los Estados Unidos para volver a visitar nuevos amigos. Este verano ha sido la experiencia más sorprendente, conmovedora y reveladora que podría haber deseado, y no lo tendría de otra manera.
-Nick Ostertag