¡La familia anfitriona es el camino a seguir!

Cuando solicité por primera vez para estudiar en el extranjero aquí en Turín, Italia, no me veía con ganas de quedarme con una familia anfitriona. Tenía miedo de que hubiera reglas estrictas, no estaría en contacto con mis compañeros de clase en mi programa, no saldría sin mi familia anfitriona, etc. Mi amiga de la escuela secundaria, Sara, es la que realmente me hizo cambiar de opinión. . Recientemente estudió en el extranjero con una familia anfitriona en Barcelona la primavera pasada. Le encantaba tener una familia anfitriona. La hicieron sentir completamente cómoda y como en casa. Pudieron contarle cosas sobre la ciudad misma que ella sintió que nunca descubriría por sí misma. También le encantaba tener una familia anfitriona para la parte de seguridad. Se sentía como si tuviera un hogar lejos de casa. Ahora, después de solicitar la estadía en una familia, descubro solo unas semanas antes de partir que tuve el privilegio de quedarme con una familia. Estaba tan feliz, especialmente mis padres.

Ahora, solo después de 11 días de quedarme con mi familia anfitriona, ¡me siento como en casa! Son sorprendentes. Tengo una madre y un padre anfitriones, con dos hijas, de 12 y 15 años. Lo irónico es que mi familia anfitriona es extrañamente igual a mi familia. Actúan individualmente como cada miembro de mi propia familia, lo que me hace sentir como en casa. Estoy cerca de la escuela a donde puedo caminar o andar en bicicleta. Tengo que admitir que al principio me sentí un poco fuera de mis compañeros del programa porque básicamente todos viven juntos en el centro. Pero cuando comenzaron las clases, todos comenzamos a acercarnos y pasar el rato después de las clases. Además, mi familia anfitriona ya me ha llevado a un pequeño viaje a Neive, Italia, en las afueras de Asti. Condujimos allí por un día porque los padres de mi madre anfitriona tienen una casa allí. Era un pequeño pueblo tan pintoresco donde hacen vino fresco de los viñedos. Este fin de semana me llevarán de excursión por los Alpes suizos, lo que será increíble. Lo que también es genial es que me están ayudando con mi italiano, que es algo que mis compañeros de mi programa no pueden decir porque viven juntos. En general, ¡tener el privilegio de quedarse con una familia anfitriona es algo que definitivamente deberías considerar! Es una gran experiencia que siempre recordarás.