Un momento en Milán

Una gran parte de la experiencia de estudiar en el extranjero es que una vez que llegas a tu nueva ciudad, nada te impide explorar el resto de tu nuevo país. Lo que he aprendido es que Italia tiene un sistema de trenes bastante eficiente, ¡y tampoco es tan caro! Un sábado, un grupo de nosotros tomamos un tren a la Capital Mundial de la Moda: Milán.

Milán es una ciudad interesante, empezando por que tiene tanto lo antiguo mezclado con lo nuevo. A diferencia de Verona y Venecia, ciudades que hacen todo lo posible para preservar cada gramo de historia que pueden, Milán muestra con orgullo la combinación de la arquitectura antigua y los nuevos edificios. Tome el Duomo di Milano, por ejemplo: aquí está esta antigua iglesia que ha resistido la prueba del tiempo, y justo al otro lado de la calle hay una franja de tiendas de alta gama.

No entramos al Duomo ese día, ya que algunos de nuestro grupo no tenían nada para cubrirse los hombros, pero logramos conseguir entradas para su museo. En el interior, tenían una réplica a escala del Duomo, así como la historia y los artefactos que solía albergar. Ya que está en proceso de renovación y mantenimiento. Dado que está en proceso de renovación y mantenimiento, algunas de las estatuas que solían sentarse en la parte superior ahora se exhiben en partes del museo.

Mientras esté en Milán, deje que el grupo de estudiantes universitarios encuentre uno de los únicos Starbucks en Italia. El edificio en el que se construyó Starbucks es otro ejemplo de cómo Milán dijo: "Sí, podemos adoptar lo nuevo sin olvidar lo viejo, muchas gracias". El Starbucks Roastery Reserve se construyó dentro del edificio histórico de Poste en Piazza Cordusio, y mires donde mires, están rindiendo homenaje a los artesanos italianos y la historia de Milán. Después de vivir con café italiano durante dos semanas en este punto, definitivamente no fue una decepción tener algo que supiera como en casa (a pesar de que mi bebida era indudablemente mejor que cuando la consigo en los Estados Unidos).

Después de nuestro descanso para tomar café, caminamos de regreso al Duomo y visitamos el centro comercial cercano. La mayoría de ellos solo caminamos por la ventana. Fue una de esas experiencias en las que ves el frente de la tienda, miras dentro de la ventana durante unos minutos y sigues caminando porque no hay precios publicados.

En general, Milán es otra ciudad hermosa que deberías intentar ver si puedes. Es una de esas ciudades que puedes recorrer por tu cuenta a tu propio ritmo y aun así hacerlo bien.

Hasta el próximo post,arribederci!

Desde el frente del Duomo di Milano

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