Ayer llegamos a Madrid. El calor aquí es muy intenso, pero la cerveza es fría y barata. Aaron y yo estamos modestamente trabajando en nuestro español (él lo está haciendo mejor que yo). Disfrutamos de nuestra tarde caminando por Ópera, Sol, Plaza del Prado y la increíble estación de tren de Atocha con tortugas. Pasamos una hora más o menos en un hermoso jardín botánico tomando docenas de fotografías. Pasamos la noche en Pinto con nuestro anfitrión Max, su hija Sammy, sus amigos Vanessa y Thomas. Hizo una barbacoa en nuestro honor. Disfrutamos de una gran conversación ya que cada uno de ellos sabía inglés, así como alemán y español (¡eso hace que Aaron y yo seamos unos holgazanes!). Hasta la próxima.