“Trabajar con Kelly siempre es un placer, ella siempre está alegre y dispuesta a hacer lo que sea necesario para marcar la diferencia”, dice el Director de YUM! Centro para la Excelencia Global en Franquicias, Dra. Kathleen Gosser. “Ella realmente se preocupa por nuestra universidad y por dar lo mejor de nosotros”. Ese deseo de poner a nuestra universidad en primer lugar le ha valido a Kelly un premio Cardinal Spirit.
En poco menos de un año, Kelly ha ayudado a garantizar que los eventos en la universidad tengan el brillo y el brillo que se espera de una escuela de negocios de primer nivel. Ella ha aportado veinte años de experiencia en la industria de la hospitalidad (incluyendo una permanencia de ocho años en el Centro Muhammad Ali) para mejorar la calidad y la consistencia de los eventos en la universidad. Es un esfuerzo notado por muchos, experimentado por todos.
Su primer año fue auspicioso, navegando por el panorama programático en el corazón de una pandemia. En lo que podría haber sido un comienzo lento para un nuevo trabajo, Kelly aprovechó la oportunidad que le brindó el tiempo. “Realmente tuve un par de meses al principio que pude dedicar a aprender más sobre la educación superior y un instituto, como la Facultad de Negocios, para poder hacerle justicia a sus eventos”, reflexiona Kelly. “Así que he tratado de pasar este año cultivando relaciones con todos en la universidad”.
A medida que UofL comenzó a girar hacia una programación más presencial, la creación de eventos seguros y atractivos para la comunidad universitaria estuvo al frente de cada decisión. Trabajar para lograr un equilibrio entre seguridad y compromiso ha sido un desafío para Kelly, pero estaba más que lista para enfrentarlo. “Me encanta ayudar a mejorar las experiencias, y eso ha sido gratificante”, dice Kelly. Esas experiencias van desde eventos tradicionales dirigidos por los estudiantes, como orientación y graduación, hasta pequeñas recepciones con ex alumnos y amigos de la universidad, hasta almuerzos de becas para profesores y personal en el atrio de Frazier Hall. En cada evento se presta atención a los detalles y el cuidado, haciéndolos mucho más especiales para los asistentes.
Si bien es posible que prefiera quedarse entre bastidores, Kelly agradece que sus compañeros la reconozcan con el Cardinal Spirit Award. “He visto a los ganadores anteriores y son de gran valor para la universidad”, dice Kelly. “Me hace sentir orgulloso de que, con suerte, lo que estoy haciendo marca la diferencia”.